El término empresario denomina a aquella persona que es dueña de una empresa, un negocio o una industria, que se encarga de su dirección y gestión, teniendo como principal finalidad la obtención de beneficios económicos. Si nos remontamos a sus orígenes la palabra empresario proviene de la época medieval francesa, donde se denominaba «entrepeneur» al individuo encargado de utilizar los factores de la producción y asumir el riesgo para la construcción de edificios o armamentos.

A lo largo del tiempo las formas de empresariado han variado, según los procesos de transformación económica, han habido cambios. Durante las etapas iniciales de la era industrial, el empresario era el fundador y propietario de su empresa, asumiendo todos los riesgos de la producción. Posteriormente, la acumulación económica permitió que empresarios se agruparan para tener el control de la empresa a través de sociedades a asociaciones o bien el propietario contratara a un empresario para administrar su empresa. Ya en la actualidad la globalización económica ha generado la aparición de empresas internacionales administradas por accionistas. Es interesante ver que en el tiempo las concepciones de empresario cambian de acuerdo a los objetivos económicos y la multiplicidad de empresas y negocios.

Si bien el empresario suele tomar unilateralmente las decisiones que atañen al negocio en el que está inserto su empresa, también es habitual que un empresario se asocie con otro colega para por ejemplo codirigir una empresa y entonces en este caso ambos son los encargados de decidir las políticas de acción y obviamente también son socios a la hora de compartir los dividendos que ingresan a la empresa en cuestión.

Ahora bien, debemos destacar que si bien el empresario es el encargado de tomar las decisiones más sensibles de la empresa que dirige, tampoco es capaz de hacer todo y desempeñar las diversas funciones que son necesarias para que una empresa funcione, por tanto, es necesario que delegue aquellas tareas o actividades que no estén vinculadas con las decisiones, a empleados que contrata justamente para que las lleven a cabo con eficiencia y así él poder ocuparse de lo inherente a la maximización de beneficios.

En tanto, así como el empresario obtiene los réditos que se suceden de la explotación del negocio también será el responsable legal frente a lo que la justicia demande de él por ocupar ese rol. Es decir, si una empresa incurre en una falta grave contra un cliente, por ejemplo lo estafa, entonces, el empresario, dueño y responsable de la firma será quien deberá responder ante la justicia por ese incumplimiento. La pena que la justicia llegue a determinar por su accionar la deberá cumplimentar el empresario, dueño del negocio. Ningún empleado o cualquier otra vinculada con el negocio deberán responder por ello.

¿Qué hace un empresario?

En el Perú el empresario puede consistir tanto en una persona física(persona natural) como en un sujeto jurídico(persona jurídica), y puede desempeñar su tarea tanto de manera individual como colectiva. El concepto de empresario está directamente vinculado al de empresa: un empresario actúa como personificación de la empresa, no solo por detentar su representación legal sino por ser en muchos casos su propietario y por ser común que la empresa lleve su apellido.

La actividad de un empresario se da tanto al interior como al exterior de la empresa, entendida ésta como una unidad económica. Al interior, es el encargado de la organización administrativa, de la articulación entre capital y trabajo para alcanzar los objetivos de producción y de establecer qué tipo de administración de recursos y personal son los más convenientes. Al exterior, es el encargado de establecer relaciones con otras empresas, de vincularse con otras organizaciones e instituciones (tales como el Estado) y de actuar como portavoz de la empresa frente a la sociedad.

Características del empresario exitoso

El empresario es la persona que con la información, los conocimientos adecuados, contactos y altos niveles de innovación y creatividad, reúne dinero, equipos, materias primas y personal con el objetivo de poner en marcha una empresa y lograr el éxito.

No hay que dejar de lado que para lograr el éxito hay que ser perseverantes porque las empresas están sujetas a influencias externas que causan que les pueda ir bien o ir mal, más allá de eso el empresario debe tener ciertas capacidades que influyen en el éxito de cualquier empresa, las que iremos indicando una por una.

1. Capacidad para detectar oportunidades

Un empresario exitoso debe tener “olfato” para visualizar un negocio donde la mayoría de las personas sólo ven caos, contradicciones, dificultades o inclusive amenazas. Es por esto que si quiere ser un empresario exitoso debe estar informado permanentemente sobre las novedades y cambios en su sector y tener la curiosidad suficiente para conocer e investigar el entorno y a sus clientes.

2. Capacidad para crear e innovar

Debe tener la capacidad de crear nuevos productos o servicios para satisfacer de manera eficiente las necesidades de sus clientes, actuales o potenciales. Para lograr esto infórmese y use su inteligencia en la producción y comercialización para obtener mejores resultados. Además, no debe temer a hacer las cosas diferentes.

3. Capacidad para luchar frente a los inconvenientes del entorno

Su vida como empresario siempre estará llena de retos y vicisitudes, por lo que tanto usted como su empresa deben ser flexibles para adecuarse rápidamente al entorno. Su labor como empresario es anticiparse a los cambios y estar listo para adecuarse a ellos. Evita que le sorprendan sin estar preparado.

4. Capacidad de adaptación a los cambios

Los cambios son normales y saludables para un empresario exitoso, pues se trata de personas optimistas que -con entusiasmo, esfuerzo, conocimientos y muchas horas de trabajo-, se anticipan y responden siendo capaces de convertir una amenaza en una oportunidad.

5. Capacidad de dirección

Los empresarios exitosos son capaces de planificar, organizar, dirigir y controlar las actividades de su empresa, pero sobre todo capaces de liderar el proceso dinámico de visión, creación y cambio. Y es que se trata de personas capaces de conducir un equipo, pero también de inspirar a los colaboradores a alcanzar las metas. Por eso, debe desarrollar habilidades de liderazgo.

6. Capacidad para tomar riesgos calculados

Un empresario exitoso se preocupa constantemente de reunir información que le permita tomar decisiones con el mayor grado de certidumbre posible. No arriesga su capital ni lo que tiene en ningún negocio que no haya analizado previamente. Sin embargo, tampoco se queda en la inacción sin tomar riesgos, sino que logra un equilibrio entre ambas opciones.

7. Capacidad para tomar decisiones

Lo que diferencia a un empresario exitoso de un administrador o gerente, es que el empresario disfruta de la construcción de una nueva empresa más que de observar, analizar y describir una empresa existente. Por ello, estará obligado a tomar decisiones que le permitan constituir un equipo empresarial fundador, capaz de identificar, acumular, controlar y garantizar los recursos necesarios para el inicio y continuidad de la nueva empresa.