Las microempresas y pequeñas empresas (pyme) en el Perú cumplen un papel protagónico y tienen importantes repercusiones económicas y sociales para el proceso de desarrollo nacional. En efecto, constituyen más del 95% de todas las empresas existentes en el país, crea empleo alrededor del 75% de la Población Económicamente Activa (PEA) y genera riqueza en más de 45% del Producto Bruto Interno (PBI). En ese sentido, las mipyme se constituyen en la mejor alternativa para hacer frente al desempleo nacional, especialmente en el sector juvenil.

Pese a que las mipyme constituyen el sector empresarial inmensamente mayoritario en el Perú con capacidades demostradas para generar empleo, no existe una estrategia nacional sostenida que permita promover su desarrollo en el país. En el Perú existe una necesidad por desarrollar empresa y actividad económica como viene ocurriendo, esa necesidad se transforma en micro empresas que son muy débiles en el entorno económico en el que nos encontramos, pero con un comportamiento muy agresivo que en muchos casos los hace, o bien ser más competitivos o bien tener una vida económica bastante corta.

En estos años las pyme lograron abrirse camino por sí mismas de los millones de pequeños y microempresarios peruanos, sin patrocinio alguno, subsidios o privilegios de ninguna clase, “como sí lo tuvieron y tienen otros sectores empresariales quienes –a diferencia de las pyme– están premunidos de enorme capacidad de influencia y negociación política que les posibilita hacerse de beneficios tributarios, preferenciales, lobbies, entre otras ventajas”.

El crecimiento del PBI peruano, desde el 2010 hasta el 2014 ha sido del 5,8% y la tasa de crecimiento de las Pymes para el mismo periodo fue del 6,68%. En la participación de los créditos en el sistema financiero en el año 2014, los créditos corporativos representaban un 56%, los de consumo e hipotecarios un 34% y las Pymes un 10%.

Es evidente que las Pymes, se han convertido en actor importante en la economía peruana, pero es conveniente indicar que nuestras mipyme todavía no están listas para participar en el comercio internacional de una economía globalizada, pues sus niveles tecnológicos no les permiten actualmente adaptarse a los nuevos flujos de información.

Existen tres grandes problemas que las pyme peruanas afrontan en la difícil tarea de generar empleo y riqueza.

El primer reto es el difícil acceso a mercados nacionales e internacionales. “Si no hay quien compre sus productos y/o servicios, sencillamente la empresa, cualquiera fuera su tamaño, no puede siquiera subsistir. Si la empresa no vende desaparece inexorablemente. Resulta, por lo tanto, vital poner énfasis en que vender es el objetivo principal de las mipyme al cual convergen muchos otros.” Esto no significa que no haya mercados para las mipyme. “Lo que sucede es que debido a un conjunto de limitaciones y dificultades de carácter estructural, estas unidades productivas están impedidas de acceder a mercados y a conquistar más y mejores clientes”

El segundo problema es que los pequeños y microempresarios no tienen dinero en la mano para invertir cada vez más y poder acceder a los mercados nacionales e internacionales. Las mipyme no tienen capital no porque no haya, sino porque no pueden hacer uso del dinero o de capitales.

“La carencia de políticas gubernamentales promotoras de financiamiento, el alto costo de capital, las restricciones en su otorgamiento principalmente las referidas a las garantías, la falta de una cultura crediticia, constituyen, entre otros, aspectos que repercuten negativamente en las pequeñas y microempresas, ya que ellas no pueden hacer frente a sus necesidades financieras para propender su desarrollo.”

Finalmente, como tercer problema que afrontan las mipyme está la casi absoluta ausencia de tecnología. En un contexto de globalización, competitividad y del conocimiento que caracteriza a las sociedades actuales, es imposible el desarrollo de las empresas (de cualquier tipo) y con mayor razón de las pyme si es que la ciencia, tecnología e innovación no están activamente presentes en la vida cotidiana de la empresa.

Si la empresa no investiga o no está vinculada a la investigación científica es imposible la creación y aplicación de nuevas tecnologías para su desarrollo; es decir, es imposible la conquista de más y mejores mercados. En ese sentido, las universidades tienen un rol protagónico en la promoción y desarrollo de las mipyme en el Perú.

Pero las Mipyme tienen grandes oportunidades de desarrollo y crecimiento;

  1. Las decisiones y el control se concentra más cerca de los propietarios. Es más, la mayoría están a cargo del negocio y se mantienen por largos años.
  2. Las pymes pueden fabricar productos y ofrecer servicios más individualizados.
  3. Tienen grandes oportunidades de servir de apoyo a las grandes compañías e incluso a las multinacionales, ofreciéndoles a esas empresas productos que pueden hacer a un costo y a una calidad que compite con la opción que esas empresas tendrían, si lo hicieran ellas mismas.
  4. Las tasas de retorno sobre la inversión en las pymes son muy atractivas.
  5. Muchas actividades se dan mejor para pequeñas empresas y medianas empresas. Es el caso de muchas actividades agrícolas, agroindustriales, hoteles regionales, restaurantes, servicios, empresa de mantenimiento industrial, etcétera.

Una pequeña y mediana empresa, puede evolucionar al ritmo que el propietario considera que tiene la capacidad. Pueden iniciar como una micro empresa, en donde trabaja el dueño y dos o tres personas, muchas veces familiares. Este negocio personal puede evolucionar a un negocio pequeño con 10 o 20 trabajadores, con vehículos, con una estructura administrativa, básica pero propia. Y esta pequeña empresa puede convertirse en una empresa mediana, que es donde se generan las mayores ganancias y los flujos de caja capaces de genera riqueza verdadera.

En sus fases iniciales es muy probable que los pequeños negocios, operen bajo el nombre del propietario o fundador. Conforme la empresa va creciendo, adquiriendo activos, contratando personal y gestionando financiamiento bancario, será necesario que pase a operar mediante una sociedad legalmente constituida que tienen personería jurídica propia. Existen, en todos los países, diversas figuras de este tipo, entre ellas, sociedades colectivas, sociedades en comandita, sociedades de responsabilidad limitada y sociedades anónimas, principalmente.