La paridad del tipo de compra

La Teoría de la Paridad de Poder de Compra (Purchasing-Power Parity = PPP), establece que en una economía abierta, es decir en una economía en que se intercambia libremente bienes y servicios con el extranjero, los precios tienden a igualarse en todo el mundo, ya que de no ser así, uno importaría en lugar de comprar a un productor local, el cual se vería forzado a ajustar finalmente su precio al del mercado internacional. Un producto cuyo precio en el mercado interno es Plocal, y su precio en un determinado mercado externo es Pext, debería cumplir con la siguiente igualdad según esta teoría, dado el tipo de cambio nominal TCN en nuestro país:

Pext × TCN = Plocal

Obviamente, esta teoría dista de verificarse en la realidad, no sólo por existir costos de transporte, aranceles y barreras arancelarias, sino porque además sólo sería válido para los productos comerciables internacionalmente. Existen bienes y servicios no comerciables con el extranjero. Se están comerciando con el extranjero algunos servicios profesionales, como la consultoría, el desarrollo de software, la ingeniería de proyectos, que se agregan a los bienes típicos como materias primas, etc..

Resulta más difícil comercializar algún bien como por ejemplo láminas o esferas de telgopor, ya que los costos de transporte y almacenamiento son muy altos, y el precio del bien suele ser bajo. (Con esto queremos mostrar que lo comerciable o no comerciable internacionalmente no se determina por ser un bien o un servicio.)

Si tomamos ahora un producto elaborado (no un producto básico), sabemos que contiene componentes del costo con mayor o menor grado de comercialización internacional. Por lo tanto, aún suponiendo que en todo el mundo se buscara obtener los mismos márgenes, su precio dado en moneda extranjera no tendría por qué ser exactamente el que se encuentra afuera ya que tampoco lo son sus costos.

Un indicador que fue ganando prestigio en los últimos años, aún en el ámbito académico, es el llamado “Big Mac Index”, elaborado por la revista norteamericana “The Economist”. Esta publicación encontró un muy buen indicador del Tipo de Cambio Real de diferentes economías en relación al Dólar estadounidense, al alcance de todos: el precio de una misma hamburguesa estandarizada, en los McDonald’s del mundo.

La ventaja de medir el precio de este bien, es que sus componentes comercializables internacionalmente son similares en todos los locales del mundo. La desventaja, es que los otros componentes del costo, los no comercializables, no sólo difieren en los precios, como es de esperar, sino también en sus cantidades: mano de obra (precio vs productividad), publicidad… Además, puede haber diferencias en cuanto a los márgenes esperados en diferentes países. Con todas estas desventajas, aún así es un buen indicador del TCR.